martes, 2 de octubre de 2012

ALGUNOS TIPS DE NAVEGACIÓN COSTERA

Es un verdadero placer tenerlos nuevamente a bordo para compartir esta pasión por la náutica. En esta oportunidad nos dedicaremos a la navegación diurna a vista de costa, es decir: a la NAVEGACIÓN COSTERA.
Simultaneamente con la llegada de los primeros calorcitos, amarra también el entusiasmo por extender en millas nuestras travesías, si a esto se le suma la seguidilla de fines de semana largos, esto se convierte en la panacea de cualquier navegante. Para todos ellos y para quienes piensen en el primer cruce del "charco", desafío por excelencia de todo marino que se precie de tal, está dedicado este artículo.

A bordo de cualquier embarcación, cuyo programa se centre en la navegación costera o de zonas desconocidas del delta, no deberían faltar las distintas cartas y/o cuarterones correspondientes a las mismas. Si bien podríamos descartar el trabajo de compás de puntas secas, transportador, talco, etc., sobre la carta durante una navegación diurna y con buenas condiciones de visibilidad, esto tomado de forma teórica pues todos sabemos de los peligro sumergidos con los que cuenta el Río de la Plata, será de suma importancia tener identificados los puntos más destacados de la costa y reconocerlos en la carta a los fines de mantenernos constantemente ubicados y confeccionando las derrotas que se establecerán entonces tomando estos puntos como referencia.



A. Forma incorrecta de seguir un curso.
B. Busque un punto en la regala para que
nuestra visual forme una paralela con la
línea de crujía.
Siguiendo el rumbo:

Con la experiencia, todo buen capitán adquiere la pericia para mantener el rumbo a un punto determinado de la costa sin necesidad de practicar repetidas correcciones de timón. El error más usual es dirigirse al punto de destino tomando la proa de la embarcación como referencia cuando la caña o la rueda del timón no se encuentran sobre la línea de crujía. Esto provocará un desvió involuntario pero continuo que habrá que corregir si no se quiere navegar como en el ejemplo A de la foto de la derecha.


Abatimiento y deriba:

Abatimiento aproximado que produce un viento
de intensidad moderada en una embarcación de
 unos 25 pies, según el ángulo de incidencia.
Será siempre importantante tener en cuenta estos dos factores externos que nos desviarán del rumbo. Estos podrán actuar en conjunto o por separado obligándonos a modificar el rumbo para mantener nuestra derrota. Los efectos de estos dos factores estarán relacionados con el calado, la obra muerta y especialmente con el ángulo de incidencia de ataque sobre la nave, como lo muestra el gráfico de la derecha. Se deberá recordar que cuando el viento nos llega desde la costa, dependiendo de la distancia que estemos de ella, este tenderá a ser de menor  intencidad y arrachado (de intencidad irregular). De ser posible, y a los efectos de mantener observados el abatimiento y la deriva, busque un punto destacado fijo entre el punto de destino y su embarcación. Esta maniobra se la conoce como enfilación.


Enfilaciones y demora:

Estos dos factores nos servirán para establecer en todo momento nuestra situación, aunque sea de forma aproximada. Se denomina enfilación a la línea de posición creada por la alineación de dos objetos reconocibles en una carta náutica o costa y demora al ángulo horizontal medido a partir de la línea de crujía, en sentido horario, a partir de la proa de nuestra embarcación hasta una referencia determinada.
Ejemplos en los dibujos: En la columna A, a medida que avanzamos notamos que el islote se retrasa, notando que el primer punto (el islote) lo tenemos en la amura de estribor y lentamente lo vamos dejando por el través de la misma banda, ese el rumbo correcto. En la columna B, a pesar de avanzar no dejamos de ver el islote entre la proa y la amura, el punto anterior al destino (el islote) tiende a ocluirlo. Sera necesario entonces corregir el rumbo dado el riesgo de colisión existente.


 Nuestra mano puede permitirnos, siempre de forma aproximada, establecer el ándulo de la demora. Solo bastará con extender el brazo colocando la mano a la altura de nuestros ojos y, según la tabla de la izquierda, seleccionar el puño, la señal de OK, la palma abierta, haciendo dedo o señalando al cielo, entre la línea de crujía de nuestra embarcación y la referencia para conocer el ángulo de demora.´
Naturalmente se trata de un sistema rudimentario, aunque bastante eficaz a la hora de resolver las situaciones más elementales que pueden surgir a bordo de una embarcación deportiva durante el transcurso de una navegación costera.

Nosotros hasta aquí llegamos. Ok, ahora a practicar con la tripulación en la próxima salida y a prepararnos para la travesía que viene... alli nos veremos!
Hasta pronto y muy buenas singladuras!