lunes, 26 de febrero de 2018

VITO DUMAS y el ASTILLERO PARODI


No es coincidencia que tales apellidos se hayan reunido a través de la náutica. Por un lado un personaje intuitivo que luego de realizar sus primeras incursiones en 1926 por nuestro delta, con un pequeño velero de 4 metros (el Neptunia), en 1930 viajara a Francia para cruzar a nado el Canal de la Mancha.

Falto de recursos decide emprender otro tipo de empresa, algo de menor envergadura: el cruce del Atlántico!...
Para ello adquiere un antiguo y deteriorado velero de regata que lo llamó LEHG, y que según los entendidos, no era apto para tal travesía.

El 13 de diciembre de 1931 zarpa en solitario, sin experiencia oceánica ni demasiado conocimiento del arte de la navegación, y es recibido posteriormente por una multitud en Buenos Aires. Este personaje es quizá el más grande navegante solitario de todos los tiempos: Vito Dumas.

Luego de un período como campesino decide hacerse nuevamente a la mar y le encarga a Manuel Campos el diseño de un barco capaz de dar la vuelta al mundo.

Es Parodi quien construye al LEHG II, un barco sumamente boyante, fuerte y marino. Tal es así que sorprendido por un fuerte pampero a la altura de Montevideo, el tremendo temporal hizo que su barco diera una vuelta de campana y luego recobrara su posición normal para proseguir con su derrota.
En total, la embarcación nacida del Astillero Parodi, recorrió más de 38.000 millas marinas.


Algo viejo y enfermo, Dumas decide terminar sus días navegando con su familia y amigos, y hasta se da el lujo de correr la regata a Río de Janeiro a bordo del SIRIO II, otro Parodi que aún navega y tiene su amarra en el Club Náutico Mar del Plata.
Vito Dumas, Parodi y los barcos de madera, una simbiosis que hizo historia!...

Hasta aquí llegamos. Nos encontraremos en nuestra próxima recalada para charlar como siempre sobre náutica. Buenas singladuras!!!