miércoles, 1 de junio de 2016

TRAVESÍA TIGRE - DARSENA HIGUERITAS

Es un placer volver a compartir con ustedes una travesía más. En este caso, como ya lo habíamos comentado, fabricamos un super fin de semana largo para aprovechar el miércoles 25 de Mayo (feriado) como día para zarpar y el domingo 29 para arribar nuevamente a puerto de origen.
Como lo adelantáramos, no esperábamos una gran concurrencia de embarcaciones dado que para muchos les era imposible dejar sus actividades por tanto tiempo, y damos fe de ello ya que muchos hicieron lo imposible hasta último momento para venir. Solo esperamos, en un futuro no muy lejano, poder organizar otra para darles revancha a todos aquellos, que por un motivo u otro, no pudieron asistir a esta.
Estimados navegantes amigos, como ya es costumbre en nosotros, les presentamos a continuación la crónica de esta navegación a Nueva Palmira.


Día 1: Zarpamos según la anunciado, a las 10 de la mañana de la confluencia del Canal Arias con el río Luján, para iniciar así nuestra primera singladura. Hasta llegar allí las cosas no fueron demasiadas sencillas. Al presentarnos en PNA, destacamento San Fernando, el martes 24 cerca de las 18:30 hs., nos atendió el Marinero Agustín Rodríguez quien se rehusó a realizar el despacho argumentando que nos teníamos que presentar el día siguiente antes de zarpar. Por supuesto fue imposible hacerle entender que no era así!. Nos movilizamos hasta Tigre para hacer migraciones en Cacciola pero ya era tarde, estaban cerradas las oficinas. Así que nos dirigimos hasta la amarra a estibar y preparar todo para realizar el trámite de migraciones en Tigre y el despacho del Palometa en Dique Luján, el mismo 25, muuuuy tempranito.
Los horarios y tiempos se fueron desarrollando según lo previsto, sin contratiempos. La meteo era una más de nosotros y si bien teníamos previsto hacer noche en el Sauce para cruzar el jueves decidimos seguir para llegar a Higueritas esa misma tarde. A medida que liberábamos el Guazú y nos adentrábamos al Río de la Plata, que nos recibía prácticamente planchado, nos convencíamos aún más del buen negocio que habíamos hecho.

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Eran tan solo las 17:30 hs. cuando ingresamos a la dársena, nos comunicamos con PNN para informarlo y nos dispusimos a amarrar sin apuro, dado que el horario de Hidrografía era hasta las las 17:15. Salimos a sacar las primeras fotos desde la remodelación del puerto deportivo y dejamos para el día siguiente a la mañana todos los trámites.

Día2: Hicimos el ingreso en Hidrografía lo antes posible, sobre todo para tener luz en el barco, luego migraciones y Prefectura para terminar. Para aquellos que nunca hayan ido a Palmira, hemos subido a Google Maps las ubicaciones de las tres dependencias (PNN ya se encuentra activa y las otras dos en proceso) con el fin de poderlas ubicar facilmente en sus celulares.

En una corta caminata costanera nos llegamos hasta la Casa del Sol - Hospedaje para saludar a Sandra y Gustavo Rubio, sus dueños.
Esta hermosa casa sobre la playa, a metros del puerto deportivo, cuenta con un apartamento para cuatro personas, totalmente equipado, habitaciones singles y dobles en modalidad hostel. Pueden comunicarse con ellos al 00598 4544 9917, por mail a lacasadelsol.palmira@gmail.com o por facebook y reservar para pasar allí unas jornadas inolvidables. Luego de un rato de charlar con Gustavo sobre amigos en común y por supuesto de náutica, nos despedimos para volver a la dársena a preparar el asadito de integración. Almuerzo que contó con empanadas de entrada, choris, morcillas, asado y tapa hecho en las parrillas del camping náutico y de postre un espectacular budín de pan, cedido por el Nosa Noa.
Más tarde realizamos todos los preparativos para la navegación en auxiliar del día siguiente. El viento había amainado bastante, no obstante le seguíamos rezando al dios Euro (viento del Este o Levante) para que este haga posible la salida.

Día 3: Partimos a las 11 AM de la amarra para pasar por la primera playa, donde se encuentra una buena cantidad de pequeñas embarcaciones de pesca artesanal fondeadas. Es muy común ver en Nueva Palmira, donde hay un poco de arena, mesas, bancos y hasta alguna parrilla. Los Vascos no es la excepción.

Continuamos más al Norte, hasta la boya del Km 10,500 del río Uruguay (Higueritas se encuentra a la altura del Km. 3) para desembarcar en las arenas de Punta Chaparro. Una playa muy extensa que tiene tres particularidades: a) que la boya roja de veril se encuentra muy, pero muy cerca de la costa, b) tener dos arboles de copa redonda, muy juntos y muy cercanos al agua como puntos destacados y c) dos tipos de arena, una gruesa de la punta propiamente dicha al Sur y otra de arena muy fina hacia el Norte. 

Las marejadas de los meses anteriores han dejado muchos restos de camalotes que al momento se encuentran secos, el contraste entre la arena, la vegetación más verde hacia adentro y los cactus de las variedades tunas y tunillas ofrecen un paisaje por demás insólito. Después de caminar un largo rato, embarcamos y zarpamos con rumbo sur hacia la playa intermedia entre la primera y la que acabábamos de visitar. Antes, con posición S33 50.442 W58 25.032, ingresamos al Arroyo Sauce y navegamos unos 2000 metros para apreciar la densa vegetación y fauna, los barrancos de arena y los bosques de eucaliptos sembrados sobre la margen sur de este meandro.

 A una milla náutica al Norte de la Dársena Higueritas se encuentra el Balneario Las Brisas, un pequeño Carilo, Costa del Este o similar, con hermosas casa asentadas sobre una lomada de cara al río Uruguay y otras dentro de los bosques de eucaliptos. Estas playas se encuentran en la zona más interna de la gran bahía que visitamos (Los Vascos - Las Brisas - Punta Chaparro) y sus arenas presentan un suave declive hacia el canal. 

Los cien metros aproximados que existen desde el inicio de la vegetación hasta la calle costanera se encuentran cubiertos de arena, pasto y grandes árboles que proporcionan una sombra que ha de ser de carácter obligatorio estival. Como en todo el Uruguay la gente propietaria de los frentes suele ser muy educada, respetuosa y amable aunque tengan que convivir con una buena cantidad de mesas, bancos y parrillas, que asumo, en verano se deben ver colmadas. El sol empezaba a bajar rápido y a pesar de los rezos el viento aumentaba su intensidad, hubo durante todo el día pronóstico de lloviznas aisladas que no se cumplió. El tiempo acompañó... no era cuestión de aprovecharse, sino de regresar. Las rachas del SW encrespaban el Uruguay y el spray se sentía en la cara. Llegamos muy rápido a darnos una ducha caliente y pensar que se comería por la noche.


Día 4: Amaneció con lloviznas aisladas que se fueron intensificando, las condiciones meteorológicas no eran favorables, los modelos uruguayos veían un ciclón sobre la costa E/SE que dejaría tormentas fuertes y vientos con rachas de hasta 80 km/h. Aunque preocupados por esta inesperada visita, continuamos con lo previsto. Almorzamos en los barcos y mientras festejábamos el cumpleaños de Nélida fuimos cotejando unas y otras páginas del tiempo hasta ver con agrado que se abría un paréntesis de mejora temporal entre la madrugada y la tarde del domingo, el tiempo de sobra como para realizar el cruce y encontrarnos en el delta interior a resguardo. Así fue que ya fijamos hora de salida y adelantamos todo lo que pudimos como para no retrasarnos.


Mientra tanto, el día aún no terminaba y nos regalaba otra de las tantas treguas de este viaje como para salir a caminar y tomar algunas otras fotos. Equipos de agua puestos y fotográficos en la mochila salimos a recorrer el pueblo. Con una población de 10.000 habitantes y una jornada fresca y lluviosa no encontramos más que construcciones curiosas, antiguas, típicas y un par de canes que nos sirvieron de compañía durante toda la gira.



Caminamos por las calles Ultramar, Paraguay, Rodó, Perú (estación Ancap) y Artigas hasta De la Rivera, donde se encuentra el Almacén del Puerto y compramos dulce de leche con crema... of course! Las horas pasaron rápido, las luminarias empezaron a encenderse y la noche comenzó a tomar la ciudadela. La última parada obligada fue en el muelle, donde la mixtura entre penumbra, maderas mojadas, la calle costera encendida y la bruma que produce la llovizna, no nos permitía despegar el dedo del disparador de la Nikon.



 Día 5: Por suerte los pronósticos actualizados, aclaro que en la dársena hay muy buen wi-fi abierto, ratificaban lo esbozado el día anterior. Habiendo comenzado el día a las 8, tardamos algo más de una hora en tener todo en condiciones para zarpar. Soltamos amarras, realizamos el despacho radial a Prefectura y navegamos entre las escolleras despidiéndonos de Palmira bajo la firme promesa de regresar pronto. La navegación del Riopla y parte del Guazú se complicó por momentos debido a la niebla y la lluvia, condiciones éstas que se justifican por la falta de viento, y que preferimos sin dudarlo. Arribamos a las 16:30 horas, bajo un cielo plomizo y algunas gotas, sin novedad.
Como siempre, pretendo que les haya sido entretenido el relato y de ayuda para aquellos que no conocen o hace rato no navegan a ese destino. Por mi parte, me despido hasta la próxima, deseándoles las mejores singladuras!

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