lunes, 3 de marzo de 2014

300 MILLAS por el RÍO URUGUAY (Parte II)

Como han pasado la semana? Nos imaginamos que mejor aún si están en medio de otro fin de semana largo como este de Carnavales... nos alegramos mucho! Este puede ser un momento propicio para tener buen material de lectura así que, continuemos con nuestro relato... nos habíamos quedado en el mediodía del miércoles 12 de febrero de 2014.

Faro de entrada a Concepción
Después de radiar, informando de nuestra zarpada a L8T, tomamos el canal de acceso hasta el Uruguay y nos dirigimos al norte al encuentro de la playa de la Isla Almirón, frente a la Isla Urquiza. Pasamos por las instalaciones del Balneario del Banco Pelay y poco después estábamos fondeando a unos metros de la playa elegida.
El Canal pasa muy cerca de esta isla y de noche se puede escuchar a lo lejos el movimiento portuario de Paysandú, aunque el tráfico es muy escaso, solo un empujador con barcazas durante todo el tiempo que allí estuvimos.

Playa W Isla Almirón
Al día siguiente nos movimos hasta la punta NE de la misma isla en busca de más playas. Cuando tuvimos a Paysandú de jeta, momento en que tocamos el punto extremo norte de nuestra travesía, dejando una boya cardinal E por estribor, viramos para entrar en un canal secundario que se arrima mucho a la costa uruguaya, entre la Isla Almeira y ROU. A partir de este momento la velocidad aumenta, comenzamos a bajar. Las playas, barrancas y chacras de esa zona despiertan admiración, son casi cuatro millas hasta volver al canal principal en donde uno no puede parar de sacar fotos ni parar de señalar a la voz de: "Mirá lo que es eso!". Aunque la costa E de la Isla Almirón no mostró arenas en donde quedarnos, ese derrotero bien valió la pena.

La entrada al canal principal está dada por el encuentro de la boya de veril de estribor (roja) del Km 190,2 del Uruguay, desde alli, 3,7 Mn al sur, sobre nuestra amura de babor, nos sorprende el impresionante banco del Arroyo Negro (ROU), frente al faro que marca el canal de acceso a Concepción del Uruguay.
Este banco de arenas blancas, coronado por un pinar añoso, es uno de los puntos de reunión más frecuentes de los nautas zonales. Los navegantes argentinos se cruzan sólo un rato, aunque sea para tomar unos mates embicados en su costa de corte abrupto.


En nuestro caso, como pretendíamos pernoctar allí, evaluamos la posibilidad de fondear paralelos a la costa, recibiendo una corriente considerable del arroyo que bajaba hacia el río Uruguay y con un SE con rachas de 18/20 nds. La maniobra no fue fácil. Un fondo de arcilla hizo que trabajáramos mucho para que las dos Danforth hiciesen cabeza. Ya de vuelta de nuestras vacaciones solucionamos el tema reemplazando una de ellas; les recomiendo también llevar una CQR para estos casos. Pero volvamos al paraiso. La tarde mostró un mejoramiento temporal que usamos para recorrer todo lo que pudimos de ese bello lugar, sacar fotos y colectar algunas piñas para encender el fuego del asado del día siguiente. A las 20 hs. con fuertes chubascos que se mantuvieron durante toda la noche, la meteorología nos informaba otra vez que deberíamos cambiar el cronograma del viaje.

Cuando amaneció el viernes 14, las rachas de SE eran de 23 nds., no tenía sentido seguir haciéndole frente a un oleaje molesto y aunque sabíamos que al salir al Uruguay tendríamos el viento amurado a nuestro través, viento que más tarde llegó a medir 25/27 nds., también sabíamos que sólo se trataba de navegar 3 Mn hasta la Isla Dragón, un refugio ideal para vientos de los cuatro cuadrantes, con agua bajo la quilla más que suficiente, y allí nos dirigimos.

Al llegar, la tranquilidad era abrumadora. El viento pasaba por sobre encima de los árboles proporcionando un repelente natural para los insectos. El lugar era ideal para festejar el día de los enamorados y nuestro aniversario con una muy especial cena, y así fue...
Para los que gustan pescar, el lugar es óptimo. Se consiguen piezas variadas de muy buen porte.

Otro día, otra singladura. A media mañana zarpamos con rumbo sur hacia las playas de lo que los lugareños llaman "el rancho de Pety". Este simpático parador se encuentra enclavado a la altura del km 165,5 del canal principal, en la costa Este de la Isla Dolores, en cuya punta Norte se encuentra un gran arenal que divide el río Uruguay del paso que lleva al canal secundario.

Allí compartimos unas horas de amarras con el clásico Bambú y otro crucero, hasta que decidimos seguir río abajo.



Navegamos por frente a la localidad de San Javier (ROU) y sus muy amplios balnearios hasta llegar a la punta Norte del Banco Grande, quien se sumo a la lista de playas ocultas por la crecida. Continuamos hasta la punta Sur del mismo banco y guardando cierta distancia de respeto viramos a babor para entrar, río arriba, entre el susodicho y la Isla Paloma con una profundidad media de 10 ft. Fondeamos, cuando la ecosonda nos marcó 6 ft.,  frente a la playa.
Dos días explorando islas, descansando y colonizando un incipiente arenal (S32 44.668 W58 08.297) al que fundamos con el nombre de Silvina S, en honor a nuestra primer oficial , hizo que ya pensáramos en volver a repetir esta travesía.
Playas extensas con lenguas que se adentran hasta el medio del río nos permitieron disfrutar del entorno, de la flora, de la fauna. El mismo arenal que permite, sobre la costa NW, que se camine con el agua a la rodilla durante 150 mts., del lado SE cae a pique a un par de metros de la costa. Es un hermoso paraje el de los Bancos Grandes!

Pido disculpas a los lectores por sentirme sobrepasado por la belleza de este lugar solitario, creo que me tomaré unos días más para continuar con esta crónica...
Nos encontramos la semana que viene? Hasta entonces!