miércoles, 24 de junio de 2015

CAMOU Antigüedades -Náutica

Hoy tenemos el placer de presentarles, a aquellos que aún no lo conocen, un lugar lleno de historia naval en donde muy posiblemente podrá conseguir ese herraje, adorno, ojo de buey, traje de agua o campera, repuesto o artículo eléctrico/electrónico usado que está buscando para su embarcación.


Ubicado en los bajos de San Isidro (atura Av. del Libertador al 16.900), la familia Camou nos abre las puertas de sus locales para mostrarnos una suerte de mercado del usado náutico y su anexo con artículos realmente antiguos, restaurados y originales, de esos que ya no se consiguen, como los tan anhelados herrajes de Virazón, DPP, etc. 

En el local, cuyo acceso se encuentra sobre la calle E. S. Discepolo, los nautas podemos encontrar desde motores fuera de borda con unas cuantas horas de uso, y algunos otros sin funcionar, hasta lonería y butacas. Un consejo: alce la mirada, pues la exposición también cuelga del techo.



Grifería, bombas de agua (eléctricas y manuales, automáticas y con interruptor), chalecos salvavidas, bocinas y radar. Antenas, equipos de fondeo, cocinas y hornos, tragavientos, cabos y hasta algunas herramientas de esas que usaban los que construían nuestros barcos de madera. 
Malacates manuales y eléctricos, morses, tanques de agua y combustible. Solo es cuestión de tomarse el tiempo necesario para investigar desde el piso hasta el techo el contenido de las estanterías. 



Abundan los herrajes. Cornamuzas, cáncamos y porta espías de distintos materiales como madera, acero inoxidable, bronce y bronce cromado. Grandes cantidades de cadena normalizada y bulonería de acero inoxidable. Hélices, molinetes, motones, stoppers y mordazas de varias medidas, rieles y patines de desvío. 


Si con todo esto aún no está satisfecho... espere!, en el anexo nos espera Ana (la señora de Camou) para mostrarnos las delicias de cualquier propietario naval, aunque algún excéntrico decorador de interiores. 
Al traspasar la puerta uno se siente que viaja al pasado para recorrer, a través de todos estos objetos, cada una de las embarcaciones a las que pertenecieron estos faroles con comandos manuales, plafones, placas identificatorias y manómetros; imaginándose a sus capitanes vistiendo sus trajes de gala y quitándose la gorra para inclinarse sobre una antigua carta náutica para trazar la derrota. 

Estos motores, fieles exponentes de los fuera de borda de los albores de la náutica deportiva, nos dan la bienvenida. Algunos con sus manuales originales y hasta con sus juegos de herramientas, esperan ser llevados por alguien que los recupere de su letargo. 


Las lámparas cardánicas con tulipas blancas predominan en un sector del local; a la vuelta, un grupo de bitácoras con sus compases atraen nuestra atención. 












Mientras, con el rabillo de un ojo, no podíamos dejar de apreciar estas piezas únicas de la colección de la familia Camou, emplazadas entre un octante y un sextante del 1800. 
¡Cuanta magnificencia! 



Ana nos cuenta que esta actividad fue consecuencia de un revés económico durante la década del 90 cuando tuvieron que abandonar la industria del plástico. Hoy, a lo lejos, los Camou se sienten orgullosos de brindar este servicio a coleccionistas, restauradores de barcos clásicos y al nauta en general. 
Amigos navegantes, hemos llegado al fin de otra entrega. Los esperamos en la próxima, deseándoles muy buenas travesías! 

Camou Antigüedades - Náutica / España 1095 - San Isidro / 4743-7205